El restaurante Monte Bello es un negocio con un toque familiar y una historia fascinante. Fue fundado originalmente por el suegro de la actual propietaria, y en sus primeros días, el restaurante consistía en una estructura de lámina. En aquel entonces, era administrado por las hijas del dueño. Sin embargo, con la partida de las hijas del dueño original, el restaurante enfrentó desafíos durante las temporadas de lluvia. El camino que conducía al establecimiento se deterioraba con las lluvias, lo que disuadía a la clientela de visitarlo. Además, el dueño, que ya no contaba con los recursos económicos necesarios para mantener el negocio y pagar a los empleados, contempló la posibilidad de cerrarlo definitivamente. La nuera le pidió a su suegro que le diera una oportunidad de administrar el lugar y que fuera de ellos. Hoy en día, el restaurante no solo ha logrado aumentar sus ventas, sino que también ha transformado su entorno. Se han realizado mejoras significativas, como la instalación de alberca, plantas y árboles que contribuyen a crear un ambiente más atractivo y acogedor. Este compromiso con la belleza y la calidad del entorno es una parte fundamental de lo que hace que Monte Bello sea un lugar especial para sus visitantes.